Las tuberías con malos olores no son algo exclusivo del cuarto de baño; también los encontramos en la cocina, lavadero, jardín o allí donde tengamos una boca de desagüe.
La causa más común de los malos olores de las tuberías, es que utilizamos los desagües de fregaderos o lavabos como si fueran papeleras donde arrojar basura. No pensamos en el mal que hace verter aceite, colillas, papel o restos de comida, tirar residuos por los sanitarios es lo que provoca el mal olor además de deteriorar progresivamente las instalaciones de fontanería.
Si acabamos con estos hábitos, y cumplimos unas sencillas normas de limpieza y mantenimiento en las tuberías conseguiremos erradicar el mal olor que a veces incluso impregna toda nuestra casa.
Gestos para evitar malos olores en las cañerías
Lo primero y lo más lógico, dejar de verter restos de comida y otros residuos en los desagües.
Limpiar periódicamente los sifones. Aunque estos consiguen neutralizar los malos olores, en ellos se pueden quedar restos de basura que hay que retirar. Si los mantenemos limpios, vamos a alargar su vida y la salud de las tuberías.
Si abrimos un grifo o llave de paso que ha estado cerrada por mucho tiempo, puede que el agua salga con mal olor. Esto ocurre porque los sifones se quedan sin agua y dejan pasar los gases del desagüe. No hay más que abrir el grifo un buen rato y el mismo agua arrastrará el mal olor.
Si hay objetos obstruyendo la tubería o desagüe que impiden el paso del agua, hay que retirarlos. Es frecuente que los malos olores se deban a tapones que se forman por un objeto pequeño que ha caído al WC, acumulación de papel o toallitas o cualquier otro residuo dentro de las instalaciones.
Cuando el daño ya está hecho…
Intentaremos desatascar las tuberías recurriendo a la sosa caustica diluida en agua hirviendo. Esta mezcla es ideal para arrastrar residuos, siempre que el daño no sea muy grande. Hay que manipular con mucho cuidado la sosa, porque es un elemento extremadamente tóxico.
Si no conseguimos eliminar el mal olor probaremos vertiendo por la tubería una mezcla de vinagre, bicarbonato y agua. Lo dejaremos actuar un buen rato para posteriormente echar por el desagüe agua hirviendo.
Si esto no funciona, recurriremos a un producto desatascador. Además de quitar el tapón que atasca la tubería, se irán también los malos olores. Pero cuidado, estos productos químicos que venden en el mercado tienen que ser manipulados con cuidado; Antes de usarlos hay que leer detenidamente las instrucciones de uso y evitar que entren en contacto con la piel y los ojos. También hay que mantenerlos fuera del alcance de los niños.
Si nada de lo que hemos explicado funciona, lo mejor será llamar al fontanero.
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